Entre 1917
y 1918 las tropas zapatistas llegaron a la Ciudad de México, y se asentaron
temporalmente en varios rumbos del sur como Milpa Alta, Tláhuac, Xochimilco, Coyoacán
y una parte de Álvaro Obregón, principalmente.
Hay que
recordar que cualquier guerra o movimiento social sirve para que ciertos grupos
aprovechen y saqueen lo que se encuentren.
Eso mismo
pasó cuando un reducto de estas tropas zapatistas llegó a San ángel, en donde
entre otros fueron saqueadas casas, pequeños negocios, la iglesia de San Jacinto.
Y el Ex convento
del Carmen no fue la excepción, los zapatistas entraron y saquearon lo que
estaba a su alcance, pero unos fueron más allá al destapar una pared tapiada
esperando ver grandes tesoros y lo único que dejaron al descubierto fueron 12
momias, que dejaron en el mismo lugar.
Afortunadamente los murales, los pisos de azulejo
de talavera poblana del siglo XVII, altares, pilas de agua bendita de alabastro
de las catacumbas no sufrieron ningún daño.
De las 12
momias no se sabe su identidad, ya que las cajas originales de madera fueron destruidas
durante el saqueo de los zapatistas, pero lo que sí se sabe que fueron benefactores
del convento.
Después de la ocupación Zapatista se intentó dar sepultura a las
momias pero el mismo pueblo de San Ángel se opuso ya que se volvieron en su
momento iconos del lugar y punto de atracción turística por lo que se dejaron
para su exhibición.
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