Ciudad de México
Por: El Ánima de Coyoacán.
animadecoyoacan@hotmail.com
El Palacio de la Escuela de Medicina,
aparte de la magnánima exposición sobre medicina que ahí se expone uno se puede
llevar una que otra sorpresa como me pasó a mí.
Recordemos que Museo de la de la Medicina, también
fue sede la Santa Inquisición en México
por 84 años, Construido por Pedro de Arrieta en 1732 y se concluyó en 1736, la
llamada también Casa Chata de Santo Domingo.
La Primera sorpresa, muy bella por cierto.
Es que en una restauración de 1980, que hicieron en lo que fue una cochera, encuentran
un fresco, una grisalla, del escudo de la Santa Inquisición.
El escudo de la Santa inquisición el Brazo
que sostiene la cruz, una cruz de dos travesaños, una “I” y una “M” que en
latín querrán decir “In Mexici”, arriba de un mundo, La espada de castigo a la herejía,
y la hoja de olivo en señal de paz o reconciliación con la fe católica, y en latín “Exsurge, Domine, iudica causam
tuam” en español Alzate oh Dios y defiende tu
causa.
Otra sorpresa que me lleve es que tenían destapado
un patio, novohispano del siglo XVI, anterior al Palacio de la Inquisición, y
aun costado la cimentación con posible cantera prehispánica.
La cereza del pastel es que hay inscripciones
hechas por algún prisionero de la inquisición en una pared, imaginen la desesperación,
angustia, coraje o miedo y plasmar en esas lúgubres cárceles algún pensamiento
o idea, obviamente no todos sabían escribir en esa época y el español no era
igual al de ahora.
Para escribir en los muros podían usar
piedras o huesos, los escritos llamados esgrafiados, y algunos casi imperceptibles
dicen: “De un ignorante a un ciego que malicia puede haber; El Ignorante no
sabe y el ciego no puede ver” y otro dice ”Hágase tu voluntad”.
Aquí mismo hay una “Venta Arqueológica” del
Siglo XVI, y alfarería encontrada en las restauraciones de 1980.
Otro espacio y ese es muy evidente es el de
las escaleras, porque pude ver que en los muros hay muchas líneas y trazos
de algo. Pues la respuesta es porque el Gran Diego Rivera, comenzó las trazas
del mural titulado “El triunfo de la
ciencia médica” que nunca se pudo llevar a cabo por el fallecimiento del
maestro.
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